sábado, 31 de diciembre de 2016

Adiós

      Pasamos toda la vida buscando nobleza en personas, en seres humanos, esperanzados de alguna vez encontrar esa lealtad eterna incapaz de traicionar, de dejar de amar, capaz amar tus defectos, ese amor infinito, un amor que duela que sea imposible quebrantarlo por nada en el mundo, les cuento algo, todos aquellos que hemos tenido un perro lo hemos encontrado, yo en mi caso no lo encontré, él llego a alegrarme la vida, me enseño lo bello que es llegar a tu casa y tener un ser esperándote para demostrarte su amor con locura, saltando, ladrando y lamiendo con desesperación como si hubiese visto a su mayor ídolo, como si hubiese visto a lo mas maravilloso del planeta, hoy se ha ido, me ha dejado un triste vació en el pecho, saber que ya no estará ahí para esperarme cuando llego del trabajo, que no estará en las mañanas para acompañarme con mi café y mi cigarrillo matutino, que tampoco estará en la noche para mirarme con sus ojos de "¡LLÉVAME A DORMIR CONTIGO!", ya no habrán mas zapatos rotos, mas papeles comidos, mas ladridos, lo único que deja en mi casa y en mi corazón es un triste vació, hoy perdí a mi mejor amigo por que el destino así lo quiso, solo me queda darte las gracias por haberme hecho tan feliz todo este tiempo que estuviste ahí para amarme, hasta tu ultimo respiro te ame así como estoy seguro que también tu lo hiciste, te fuiste mirándome con tus ojos nobles, me esperaste para morir en mis brazos como siempre te dije que iba a ser, gracias por acompañarme en mis momentos de tristeza, gracias por lamerme las lagrimas cuando estuve triste, gracias por llorar conmigo, gracias por regalarme tu silencio que me reconfortaba mas que mil palabras, por que gracias al amor que me tenias estoy seguro que sentías mis tristezas y mis alegrías, gracias por amar todo lo que ame, gracias mantener mi mente ocupada con tus desastres cuando mas lo necesitaba, gracias por ser tan hermoso con mi familia y mis amigos, discúlpame por todas esas veces que no te deje dormir conmigo, que no te compre tus galletas y tus orejitas de cochino aun sabiendo que te hacían tan feliz y aquellas otras en las que te regañaba, te ame con toda mi alma, gracias por regalarme todos esos momentos de felicidad, de risa, de amargura, pero de una cosa estoy seguro, fuiste muy muy feliz, por que nos encargáramos de que así fuera, siempre te voy a amar por que fuiste mi mejor amigo y mi compañero, te amo con todas las fuerzas que un ser humano puede amar, gracias chiquito. 

Me dijiste que no te ibas a morir nunca.


Gracias por haber estado en mi vida cuando mas te necesite ¡Roger Mandato!